Vínculos de trabajo que dan frutos
Procurar que las poblaciones que viven en zonas rurales tengan acceso al agua, un recurso elemental para vida, es una de las líneas de trabajo de FUNDAPAZ que, en ocasiones, implementa participando en convenios colaborativos junto con otras instituciones.
Un ejemplo de ello, es la tarea que desarrolló recientemente con la Asociación Civil Franciscana Pata Pila, en el proyecto “Llegar al Norte: la deuda de los derechos humanos en las comunidades indígenas del norte de la provincia de Salta”, diseñado por dicha institución.
Con esta propuesta se buscó mejorar el acceso al agua en la Comunidad Misión La Loma de Embarcación, Salta, construyendo tres cisternas de placa de 16.000 litros, con un techo colector y todo un sistema que permite captar agua de lluvia.
Las poblaciones de esa zona no suelen contar con la cantidad de agua suficiente para la vida cotidiana. En la actualidad, la provisión de agua para consumo de las familias está a cargo del municipio de Embarcación. Un camión municipal hace un recorrido periódico entregando agua a las familias, que almacenan en tinacos plásticos con poca capacidad de acopio, generando así un círculo vicioso de dependencia permanente.
En el verano la situación se vuelve más crítica aún, debido a que la falta de agua apta para consumo se generaliza y afecta a la mayor parte de la población de Embarcación.
Las cisternas que se hicieron en el marco de este proyecto, se construyeron en los predios de las familias de Efraín Neuenschwander, Sara Aparicio y Mirco Neuenschwander. Para estas familias es muy importante contar con este reservorio de agua que aumenta el volumen que pueden acopiar. En algunos casos la van a utilizar para consumo familiar, y en otros también para actividades productivas que van a permitir mejorar la alimentación y la economía familiar.
La cisterna de Sara Aparicio tendrá un uso comunitario para 12 familias tobas que viven en ese sector de la comunidad. Allí, tienen previsto implementar un espacio para tener una huerta cerca de la cisterna, de modo que el agua se usará para riego y para consumo familiar.
La que está construida en el predio comunitario de la Comunidad Wichi, que preside Efraín Neuenschwander será para consumo comunitario, y además, en caso de necesidad, la podrán usar utilizar 8 familias vecinas.
Mirco Neuenschwander, con su grupo familiar harán un uso productivo del agua que acopie en la cisterna, ya que tienen una producción de chivas y una huerta.
Así, gracias al trabajo articulado, la confianza y a la colaboración mutua entre dos instituciones como son la Asociación Civil Franciscana Pata Pila y FUNDAPAZ, se pudieron hacer realidad obras que prometen mejorar las condiciones de vida de estas familias.