Encuentro juventudes rueda grande en Sgo

Aportes del programa Raíces Chaqueñas a emprendimientos juveniles en Jujuy

La implementación del Programa de Formación Integral Raíces Chaqueñas va sembrando logros en los territorios. En Jujuy, en la localidad de El Bananal se afianzan proyectos comunitarios y familiares que les permiten a los jóvenes fortalecer su inserción en las zonas donde viven.

“Raíces Chaqueñas”, es un programa de formación política y liderazgo juvenil para juventudes del Gran Chaco Americano. Se inició en 2020, impulsado por las instituciones que formamos el Programa Integrado Transfronterizo (PIT): JUM y FUNDAPAZ, de Argentina y CERDET, de Bolivia.

Dinámica 1

Se fue estructurando con la mirada puesta en las potencialidades que tienen las juventudes para fortalecer sus capacidades y asumir un liderazgo que les permita llevar adelante procesos de desarrollo territorial sostenibles. Promueve la incorporación de saberes técnicos y comunitarios, la articulación entre las personas jóvenes y las organizaciones de base, con el fin de desarrollar estrategias locales que los integre.

Rueda de charla jóvenes Orán

Cuenta con el apoyo de Church World Service (CWS) para su ejecución. En su inicio participaban más de 60 jóvenes de Argentina y Bolivia., y hoy son más de 100. Se llevaron adelante talleres con temáticas relacionadas con el desarrollo personal, el medio ambiente, tecnologías de la información y comunicación, participación comunitaria, y emprendimiento y empleo, entre otros.

chicos vivero

Un ejemplo de la implementación de este proceso de formación en el territorio, es lo que sucede en Jujuy en la zona del Ramal jujeño, en la localidad de El Bananal. Allí, con el apoyo de CWS se aportaron insumos para fortalecer el vivero comunitario “Bosque Nativo El Bananal” impulsado por la fundación Fructuoso López, en el que trabajan 10 jóvenes de la zona.

Cultivan plantas de  lapacho, cedro, y palo borracho. También plantas aromáticas y ornamentales. “Trabajando en el vivero aprendemos mucho sobre el cultivo de las plantas y cómo cuidarlas. Ahora, con el aporte que recibimos para comprar tijeras de injertos y otros materiales, vamos a aprender a injertar y se va a agrandar el espacio del vivero con lonas media sombra. Algunos de los árboles que cultivamos se plantan en las calles y en las plazas; y las plantas aromáticas y ornamentales las vendemos en las ferias. Esto nos ayuda para tener un ingreso”, cuenta Rodrigo Sánchez (23) a cargo que la coordinación del vivero e integrante del grupo “Cuidadores de la Casa Común”.

Herreria jóvenes bananal

Otro ejemplo, es la capacitación que se realiza en el taller de soldadura en el que participan  12 jóvenes. En el taller hacen parrillas, rejas, y también trabajan en el reciclado de hierro. Parte de los ingresos que obtienen por sus trabajos, lo invierten en la compra de hierro y materiales para darle continuidad a las tareas. “En el grupo tenemos chicos que participan en Raíces chaqueñas. En los talleres además de enseñarles un oficio, con mi señora les damos contención y los alentamos con sus proyectos”, cuenta Emilio Sánchez, capacitador del taller.

También estamos acompañando  al grupo Movida Show, formado por  80 jóvenes de las comunidades de Yuto y Bananal. Ellos se preparan para el carnaval armando coreografías para las comparsas, y confeccionando trajes mientras van intercambiando charlas sobre sus vidas y sus sueños. Abrimos un camino de diálogo donde traten sus inquietudes y sus sueños”.

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Se lanza un programa de formación integral para juventudes del Gran Chaco

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Las juventudes rurales del Gran Chaco están expuestas a una gran vulnerabilidad en los territorios que habitan. Según un informe de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 2019 que analiza la situación en América Latina, las personas jóvenes que presentan menores niveles de educación formal, suelen tener trabajos precarios, y en muchas ocasiones no tiene un proyecto a futuro, por lo que terminan migrando a zonas urbanas en búsqueda de mejores oportunidades.

Sin embargo, cuentan con un gran potencial para poder revertir este escenario. Con la mirada puesta en las posibilidades que tienen para fortalecer sus capacidades y asumir un liderazgo que les permita llevar adelante procesos de desarrollo territorial sostenibles, las organizaciones que forman el Programa Integrado Transfronterizo (PIT) : JUM y FUNDAPAZ, de Argentina y CERDET, de Bolivia, están poniendo en marcha el Programa de Formación Integral Raíces Chaqueñas.

El mismo cuenta con el apoyo de Church World Service (CWS) y está dirigido a más de 60 jóvenes de Argentina y Bolivia. Entre sus objetivos principales busca promover competencias juveniles de gestión territorial que incorpore saberes técnicos y comunitarios; y alentar la articulación entre los jóvenes y las organizaciones locales para llevar adelante estrategias que los integre.

Al recordar los inicios de este programa Silvia Reynoso, coordinadora del equipo de Salta de FUNDAPAZ, contó: «En 2019 hicimos en Santiago del Estero un encuentro con los jóvenes para escucharlos, conocer cómo se sentían y saber cuáles eran los temas que más les preocupaban. Desde el comienzo nos sentamos con ellos para elaborar juntos el programa. Armamos un comité con referentes de campesinos e indígenas y comenzamos a trabajar la propuesta.»

«La capacitación va a durar dos años- agregó- y se desarrollará con enfoques que ponen el acento en el fortalecimiento organizacional y las capacidades de liderazgo. Los derechos humanos, derechos de las juventudes, género, interculturalidad, vínculo intergeneracional. La idea es que todo lo que se aprenda pueda plasmarse en oportunidades para sus territorios. Que los jóvenes generen propuestas para el desarrollo integral a nivel local, que incluya temas de acceso a derechos, al agua, el territorio y el cuidado y buen manejo de los bienes naturales. Actividades productivas agroecológicas gestionadas por ellos mismos. Como así también, acciones de incidencia política».

En búsqueda de nuevos líderes

Una de las problemáticas que aborda este programa es la necesidad del recambio generacional, brindando una instancia de formación para nuevos líderes de las zonas rurales. Tanto en Argentina, como en Bolivia, las comunidades campesinas e indígenas necesitan un relevo generacional, ya que por la pobreza u otros motivos, los jóvenes se van del campo hacia la ciudad, dejando a las comunidades, y eso hace que los antiguos líderes, ya mayores, continúen.

«Por eso, este programa brinda una oportunidad de formación para jóvenes que casi no tienen posibilidades de capacitarse en liderazgo. En general en las escuelas o centros formales de educación no brindan esta capacitación. Se piensa en un liderazgo que esté vinculado a la cultura de las comunidades, a su identidad y a su territorio», explicó Neyver Espíndola de CERDET.

Para Cecilia Cortés, una joven de la asociación Pequeños Productores Agrícolas Caprinos La Nobleza del departamento Robles, Santiago del Estero, «el desafío es descubrir el rol que podemos ocupar en nuestras organizaciones y comunidades. Necesitamos tener una visión más amplia para saber cómo podemos llegar a ser gestores en los lugares donde nacimos. Al mismo tiempo tenemos que conocernos y saber qué capacidades tenemos», señaló.

Ella, como muchos de los jóvenes que van a participar de Raíces Chaqueñas, están saliendo a conquistar un nuevo futuro.