nota Daki

Comienza la segunda etapa de Daki Semiárido Vivo

El Programa Formación en Agricultura Resiliente al Clima, DAKI Semiárido Vivo, inicia una nueva etapa de intercambio regional en una zona del Gran Chaco Americano, que se realizará desde el 27 de junio al 5 de julio, con el fin de  profundizar y ampliar los conocimientos, innovaciones y prácticas compartidos entre agricultores/as, comunidades indígenas, técnicos/as e instituciones.

Este intercambio, que tendrá 50 participantes, es la continuación de la primera parte del programa y pone énfasis en la formación de referentes de la Agricultura Resiliente al Clima (ARC).  Está diseñado en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), y busca que a partir de un enfoque territorial y presencial,  los estudiantes puedan participar de metodologías participativas, debates y conocer en terreno experiencias en ARC.

Durante las primeras jornadas el grupo que hará el intercambio visitará experiencias en Santiago del Estero y luego se dividirá en dos grupos: uno, seguirá la ruta del noroeste, por las provincias de Salta y Jujuy; y el otro, recorrerá zonas de Santa Fe en el noreste argentino.

Al referirse a las expectativas sobre esta segunda etapa Esther Martins, coordinadora de proyectos de la Plataforma Semiáridos AL  señaló: “ Esperamos que el recorrido presencial fortalezca aún más el proceso de cooperación sur-sur que el DAKI-SV viene desarrollando, añadiendo la posibilidad única de que el grupo visite, conozca e interactúe tanto con las experiencias y tecnologías que sistematizamos, como también con las personas y redes con las que intercambiamos saberes durante el primer programa de formación”.

Los primeros pasos

Daki- Semiárido Vivo  es una iniciativa innovadora en la cual la Articulación del Semiárido Brasileño (ASA) y la Plataforma Semiáridos de América Latina (PS AL), armaron un consorcio formado por tres entidades: Asociación Programa Un Millón de Cisternas para el Semiárido (AP1MC) con sede en Brasil, coordinador del Consorcio; FUNDAPAZ, con sede en Argentina; y FUNDE, con sede en El Salvador. Surgió con  fin de desarrollar capacidades en  las tres regiones semiáridas de América Latina para que puedan adaptarse al cambio climático, a través de la gestión del conocimiento y la cooperación Sur-Sur.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de Argentina, por medio un convenio marco y específicos con Centro de Investigación y Desarrollo Para la Agricultura Familias (CIPAF) y  el proyecto educativo PROCADIS,  también participó de esta alianza estratégica que permitió el desarrollo del proceso de gestión del conocimiento virtual, la generación de material de formación,  la emisión de programas de radio a través de INTA RADIO, y la participación de tutores. Ahora, está alianza con INTA continuará con diversas acciones en esta nueva etapa.

 

Su objetivo específico es desarrollar asistencia técnica y capacidades de extensión rural adecuadas para abordar estos desafíos, utilizando cursos de agricultura resistente al clima (ARC).

Este proyecto cuenta con el apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que opera en tres regiones semiáridas de América Latina: la región del Gran Chaco (Argentina, Paraguay y Bolivia); el Corredor Seco Centroamericano (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua); y el Semiárido de Brasil.

Desde su inicio en2020, el proyecto desarrolló un gran proceso de sistematización de experiencias exitosas, y viene implementando procesos de capacitación. Se basa en la educación popular, la pedagogía de la alternancia, la educación contextualizada y la metodología campesino a campesino. Sus principales ejes son:

  • El aprendizaje e intercambio de conocimientos, innovaciones, técnicas y soluciones que apoyen el enfrentamiento de los impactos de los cambios climáticos, a través de estrategias de adaptación y mitigación.
  • La creación de métodos de monitoreo de agroecosistemas resilientes al clima (en dimensiones sociales, ambientales, económicas y políticas).
  • El análisis de la replicabilidad y escalabilidad de innovaciones a otras regiones semiáridas.
  • La mirada crítica a programas y políticas de Asistencia Técnica y Extensión Rural (ATER) para su calificación, a partir de la perspectiva de los impactos de los cambios climáticos y de la ARC.
  • El análisis y la construcción de incidencia política y de políticas públicas contextualizadas a las regiones semiáridas latinoamericanas.
Encuentro juventudes rueda grande en Sgo

Aportes del programa Raíces Chaqueñas a emprendimientos juveniles en Jujuy

La implementación del Programa de Formación Integral Raíces Chaqueñas va sembrando logros en los territorios. En Jujuy, en la localidad de El Bananal se afianzan proyectos comunitarios y familiares que les permiten a los jóvenes fortalecer su inserción en las zonas donde viven.

“Raíces Chaqueñas”, es un programa de formación política y liderazgo juvenil para juventudes del Gran Chaco Americano. Se inició en 2020, impulsado por las instituciones que formamos el Programa Integrado Transfronterizo (PIT): JUM y FUNDAPAZ, de Argentina y CERDET, de Bolivia.

Dinámica 1

Se fue estructurando con la mirada puesta en las potencialidades que tienen las juventudes para fortalecer sus capacidades y asumir un liderazgo que les permita llevar adelante procesos de desarrollo territorial sostenibles. Promueve la incorporación de saberes técnicos y comunitarios, la articulación entre las personas jóvenes y las organizaciones de base, con el fin de desarrollar estrategias locales que los integre.

Rueda de charla jóvenes Orán

Cuenta con el apoyo de Church World Service (CWS) para su ejecución. En su inicio participaban más de 60 jóvenes de Argentina y Bolivia., y hoy son más de 100. Se llevaron adelante talleres con temáticas relacionadas con el desarrollo personal, el medio ambiente, tecnologías de la información y comunicación, participación comunitaria, y emprendimiento y empleo, entre otros.

chicos vivero

Un ejemplo de la implementación de este proceso de formación en el territorio, es lo que sucede en Jujuy en la zona del Ramal jujeño, en la localidad de El Bananal. Allí, con el apoyo de CWS se aportaron insumos para fortalecer el vivero comunitario “Bosque Nativo El Bananal” impulsado por la fundación Fructuoso López, en el que trabajan 10 jóvenes de la zona.

Cultivan plantas de  lapacho, cedro, y palo borracho. También plantas aromáticas y ornamentales. “Trabajando en el vivero aprendemos mucho sobre el cultivo de las plantas y cómo cuidarlas. Ahora, con el aporte que recibimos para comprar tijeras de injertos y otros materiales, vamos a aprender a injertar y se va a agrandar el espacio del vivero con lonas media sombra. Algunos de los árboles que cultivamos se plantan en las calles y en las plazas; y las plantas aromáticas y ornamentales las vendemos en las ferias. Esto nos ayuda para tener un ingreso”, cuenta Rodrigo Sánchez (23) a cargo que la coordinación del vivero e integrante del grupo “Cuidadores de la Casa Común”.

Herreria jóvenes bananal

Otro ejemplo, es la capacitación que se realiza en el taller de soldadura en el que participan  12 jóvenes. En el taller hacen parrillas, rejas, y también trabajan en el reciclado de hierro. Parte de los ingresos que obtienen por sus trabajos, lo invierten en la compra de hierro y materiales para darle continuidad a las tareas. “En el grupo tenemos chicos que participan en Raíces chaqueñas. En los talleres además de enseñarles un oficio, con mi señora les damos contención y los alentamos con sus proyectos”, cuenta Emilio Sánchez, capacitador del taller.

También estamos acompañando  al grupo Movida Show, formado por  80 jóvenes de las comunidades de Yuto y Bananal. Ellos se preparan para el carnaval armando coreografías para las comparsas, y confeccionando trajes mientras van intercambiando charlas sobre sus vidas y sus sueños. Abrimos un camino de diálogo donde traten sus inquietudes y sus sueños”.

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