Cincuenta años junto a indígenas y campesinos del norte argentino

En julio próximo FUNDAPAZ cumple medio siglo de trabajo acompañando a poblaciones campesinas e indígenas del norte de nuestro país, en la búsqueda de un desarrollo rural integral y sustentable de los territorios que habitan.

La Fundación nació en 1973 en Vera, Santa Fe, gracias a una donación inicial de las hermanas del Sagrado Corazón, con el auspicio del obispo Juan José Iriarte y la participación de Silvia Stengel y Jorge Pereda. En aquellos años, en un contexto social marcado por el desarrollo del Concilio Vaticano II, surgieron también otras instituciones con las que comenzamos a compartir senderos de trabajo. Todas, con una fuerte vocación en la promoción humana preocupadas por la creciente pobreza en esa zona.

En los inicios de su tarea, la Fundación puso especial empeño en promover iniciativas socio organizativas para las familias, la regularización del acceso a la propiedad de la tierra, procesos de capacitación y de asistencia técnica para alentar el autoconsumo y la diversificación productiva.

El primer proyecto que tuvimos fue con un grupo de campesinos de Colorado, Formosa, casi en el límite con Chaco. Se los apoyó con asesoramiento técnico y financiero para que trabajaran juntos y formaran un grupo de agricultores”, recuerda Esteban de Nevares, consejero honorario, quien se integró a la Fundación en 1975.

Silvia Reynoso, responsable hoy de la línea estratégica Mujeres Jóvenes e Indígenas, cuenta que en la zona de Embarcación, en Salta, FUNDAPAZ inició el trabajo con comunidades indígenas haciendo un diagnóstico participativo con las comunidades wichí que se encontraban sobre la Ruta 53 y la Ruta 81. “Empezamos a visitar a las comunidades y a conversar con ellas. Nos contaban su historia, las actividades que hacían los varones y las mujeres y las dificultades que tenían. Luego, nos reuníamos con los grupos de carboneros, artesanos y carpinteros y analizábamos cómo se podían ir resolviendo esos problemas, desde lo que la fundación podía aportar. Si, por ejemplo, en la zona hacía falta una escuela, si bien la educación formal no es un tema nuestro de trabajo, igual acompañábamos a las comunidades en los procesos de gestión. Siempre apoyamos los procesos organizativos”, destacó.

Durante los últimos años, gracias a la tarea que llevan adelante los equipos presentes en las diferentes zonas (norte de Salta, Santiago del Estero, Santa Fe y Jujuy), al apoyo de agencias de financiamiento, a otras instituciones y a los organismos del Estado con los que articulamos nuestra tarea, fuimos alcanzando objetivos y actualizando algunas líneas estratégicas.

Caldera cerro apaisada1

Actualmente trabajamos junto a más de 100 organizaciones que integran el Encuentro de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Norte Argentino (ENCONA).

Al referirse al surgimiento del ENCONA, Martín Simón, responsable del área Organizaciones Campesinas e Indígenas explica: “Nació en un momento en el que todo el sector de la agricultura familiar estaba bastante vapuleado, no se atendían sus demandas y se había empezado a desmontar en el gobierno la estructura que lo atendía. Paralelamente, las organizaciones campesinas e indígenas estaban en una situación bastante alicaída, había poco interés en lo que se proponía y ya antes de 2018 en FUNDAPAZ estábamos pensando que era necesario un encuentro, un espacio de articulación y gestión entre estas organizaciones del norte porque las veíamos cada vez con más problemas y cada vez más aisladas”.

Junto con los procesos socio organizativos profundizamos el manejo sustentable del agua y los bosques, en especial la promoción del acceso al agua con la construcción de cisternas de cosecha de agua de lluvia y otro tipo de obras a fin de garantizar este derecho humano básico. Continuamos acompañando etapas de regularización en la titularidad de la tierra, alentamos la participación de las mujeres y juventudes en la gestión de los territorios, y también las producciones agroecológicas.

Por toda esta trayectoria queremos agradecer y celebrar con todos y todas los que hicieron posible este camino.

productores-y-cabras-727x409

Mejora de la producción caprina en el norte de Santa Fe

productores-y-cabras-727x409

Con el fin de mejorar la economía familiar, la calidad de vida y el arraigo territorial, en agosto de 2021 un grupo de  20 pequeños productores caprinos, miembros de la Unión de Familias Organizadas de Pequeños Productores de la Cuña Boscosa y Bajos Submeridionales de Santa Fe (UOCB) empieza a participar del Proyecto de Inclusión Socio-Económica en Áreas Rurales (PISEAR) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

cabras corrales

El grupo (10 mujeres y 10 hombres) que viven en los parajes Km 38, El Toba y Fortín Olmos, en el norte de Santa Fe, comienzan con la asistencia técnica de FUNDAPAZ, a capacitarse para mejorar el manejo de las majadas y un mejor uso de los recursos del monte. También se dedican en reacondicionar la infraestructura productiva.

Este es un proyecto que presentó la UOCB con el fin de impulsar la actividad caprina en la zona y abrir nuevos espacios de comercialización. De este modo, la sala de faena de la organización logrará tener una actividad fluida que permitirá dar respuesta a la demanda de compradores de la ciudad de Santa Fe y Esperanza”, explica Juan Ignacio Pighin, técnico de FUNDAPAZ.

Capacitación productores

Luego de un año de trabajo, los productores lograron mejorar los corrales, el manejo caprino y el de las pasturas. También se consolidó la cadena de producción y la comercialización de la carne caprina de la Cuña Boscosa Santafecina.

Desde el inicio de las actividades se pudieron realizar tres faenas donde se lograron comercializar más de 1.300 kg de carne caprina, y se espera sumar en las próximas semanas de octubre 480 kg más, para vender en el norte de la provincia. Las faenas continuarán en noviembre y diciembre.

Si bien el proyecto ya terminó, FUNDAPAZ continúa acompañando a los productores para sostener los logros alcanzados.

1 2 3 4 5 15