Fundación Cadasta y Fundapaz

Fundación Cadasta y Fundapaz se asocian para fortalecer y promover los derechos de campesinos e indígenas en la Argentina y la región del Chaco

Fundación Cadasta y Fundapaz se sienten orgullosos de anunciar la firma de un acuerdo de colaboración para apoyarse mutuamente y abogar por un mejor acceso a la tierra y a los recursos naturales de las comunidades y familias campesinas en el norte de Argentina.

Sobre la base de una misión compartida para promover el desarrollo justo y sostenible, Cadasta y Fundapaz trabajarán juntos para mejorar el acceso de las comunidades y familias campesinas a los recursos naturales en la región del Chaco argentino, donde la mitad de ellas viven en la pobreza y sufren de una gran inseguridad en la tenencia de la tierra y de los recursos.

La mayor parte del Chaco se ubica en Argentina, el ecosistema más biodiverso de la región, solo superado por el Amazonas, y se extiende también por Paraguay, Bolivia y Brasil. Los efectos del cambio climático y la deforestación amenazan los frágiles modos de subsistencia que dependen del acceso a la tierra y el agua, pasturas y otros recursos.

Gracias a esta colaboración, Fundapaz utilizará la Plataforma de Cadasta, que incluye una serie de herramientas digitales geoespaciales, para recopilar más rápida y fácilmente datos de las comunidades y de los hogares en las zonas con riesgo de acaparamiento de tierras y de apropiación de recursos. Mediante métodos de mapeo participativo, los datos recolectados servirán a las comunidades para asegurar los derechos a la tierra y a los recursos, así como para el empoderamiento en la toma de decisiones e incidir en la promoción de mejores servicios a nivel local.

La plataforma de Cadasta, basada en Esri, ayudará a las comunidades a visualizar y analizar datos sobre la propiedad de la tierra, el uso de la tierra y el acceso a recursos naturales fundamentales.

Refiriéndose a la cooperación, la directora general de Cadasta, Amy Coughenour, señaló: «Para Cadasta es un honor asociarse con Fundapaz. Es una organización líder y muy respetada en América Latina, y cuenta con una gran experiencia en el desarrollo rural y comunitario. Al hacer uso de las fortalezas organizativas de cada organización, lograremos un mayor impacto en la mejora de los derechos de los recursos comunitarios».

Por su parte, Martín Simón, director de Programas Provinciales de Fundapaz, expresó: «Entre los principales objetivos de Fundapaz está el de brindar mayor visibilidad a nuestro accionar junto a las organizaciones campesinas e indígenas en Argentina. Nuestra tarea adquiere gran relevancia cuando logramos que pequeñas acciones de acceso a la tierra, el agua y de manejo sustentable de la producción y los recursos naturales se transformen en políticas públicas. Esto ocurre solo cuando las acciones se hacen visibles. Estamos convencidos que nuestro acuerdo con Cadasta genera un gran potencial, en tal sentido.»

El apoyo y la defensa estratégica de las comunidades por parte de Fundapaz, junto con la plataforma y las herramientas innovadoras de Cadasta, reforzarán las acciones de cada socio y conducirán al empoderamiento de las familias y las comunidades, así como a lograr un mayor impacto regional.

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La Fundación Cadasta es una organización sin ánimo de lucro con sede en Washington D.C., creada en 2015 para atender la demanda creciente de documentación de los derechos sobre la tierra y los recursos de quienes han quedado fuera de los sistemas oficiales de administración de tierras en los países emergentes. Cadasta trabaja para superar las limitaciones en la administración de tierras mediante herramientas digitales de fácil uso y tecnología diseñada para facilitar a sus socios la documentación, el análisis, el almacenamiento y el intercambio de información crítica sobre los derechos a la tierra y los recursos, especialmente en lugares en los que los gobiernos no logran proporcionar una administración de tierras equitativa y asequible.

Para más información sobre la labor y misión de Cadasta visite: http://cadasta.org/

Sin agua no hay vida

Sin agua no es posible la vida

La aguda crisis alimentaria y sanitaria de Salta, que no es nueva pero que se visibilizó en estas últimas semanas debido a la lamentable muerte de los niños wichí en el norte de la provincia, provocada, entre otras cuestiones, por la falta de agua potable, subraya la urgencia de seguir trabajando para garantizar un derecho humano básico como es el acceso al agua.
En el Chaco salteño, en el departamento Rivadavia, hay más de 2.000 puntos de necesidad de agua relevados por el gobierno provincial. Atenta a esta problemática, en los últimos años FUNDAPAZ viene desarrollando distintas líneas de trabajo que posibilitan el acceso a dicho recurso por parte de comunidades indígenas y familias campesinas.
En 2014 comenzó a impulsar obras de construcción comunitaria de cisternas de 16.000 litros para cosechar agua de lluvia. El acceso al agua dulce mediante procesos de cosecha de lluvia y el almacenamiento posterior en cisternas de placas, es una tecnología que plantea una solución posible a esta emergencia.
De las 1190 obras totales para cosechar agua de lluvia que se hicieron en Santa Fe, Santiago del Estero y Salta, el 48.15% de las cisternas están radicadas en esta última provincia.
“Las cisternas, no son más que aljibes que incluyen una práctica que se desarrolla desde hace miles de años y que se usa en todo el mundo. Como materia prima el agua de lluvia es la mejor agua que existe para garantizar el agua segura porque no tiene contaminación y es la que se utiliza para garantizar el agua potable en todas las zonas y provincias. Este sistema tiene una ventaja que si, se maneja bien asegurando su mantenimiento y cuidado, no tiene contacto con las napas contaminadas, y por eso las posibilidades de contaminarse son menores”, subrayó Gabriel Seghezzo, director Ejecutivo de FUNDAPAZ.
El programa de construcción de cisternas que viene desarrollando FUNDAPAZ junto a otras instituciones, entidades de gobierno provincial y nacional, incluye instancias de capacitación en la construcción, uso y mantenimiento de las cisternas; es decir la apropiación de la tecnología para cada una de las familias beneficiarias. La metodología propuesta es “aprender haciendo” y está pensada especialmente para comunidades campesinas y pueblos originarios.
En este escenario, una vez más desde FUNDAPAZ planteamos la necesidad de seguir haciendo esfuerzos para garantizar el acceso al agua segura, porque sin agua no hay vida.

Sin agua no hay vida