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La Plataforma Semiáridos afianza su alianza con organizaciones mexicanas

Organizaciones del Gran Chaco, del Corredor Seco Centro Americano y del Semiárido Brasileño que integran la Plataforma Semiáridos América Latina, estuvieron los primeros días de octubre en Oxaca, México, compartiendo con organizaciones mexicanas experiencias, conocimientos y estrategias para el acceso y la gestión del agua en regiones semiáridas.

Este intercambio, que se realizó en el marco de la alianza entre el Servicio Mundial de Iglesias, la Plataforma Semiáridos AL e Isla Urbana, surgió tras una serie de encuentros que se realizaron en Brasil y El Salvador durante 2023, donde se fue afianzando el vínculo con la organización mexicana.

Denominado Intercambio de saberes en los Semiáridos de América Latina: Construcción de alianzas y cisternas para la cosecha de lluvia, el encuentro tuvo entre sus objetivos construir un sistema de captación de agua de lluvia comunitario. Representantes de la Articulación del Semiárido Brasileiro ASA, de la Fundación para el Desarrollo en Justicia y Paz (FUNDAPAZ de Argentina), la Fundación Nacional para el Desarrollo del Salvador (FUNDE); y las organizaciones mexicanas Caminos de Agua, Comuneros de San Luis de la Paz, Centeotl AC, Magueyal AC, Reforestamos México, PRONATURA Sur, SARAR, e Isla Urbana USA, fueron quienes dieron vida a esta alianza.

cisterna placa México

La cisterna de placas para captar agua de lluvia de 52.000 litros se construyó en el territorio de la Escuela Rural Benito Juárez. La obra se realizó tomando como referencia el sistema de construcción que se impulsa desde la Plataforma, y también aspectos de la metodología de las Escuelas de Lluvia que se implementa en la comunidad.

Escuelas de Lluvia, es un programa de Isla Urbana, una organización que se dedica a diseñar y desarrollar sistemas de captación de agua en México. Esta iniciativa está instalando sistemas de captación de agua de lluvia en 600 escuelas rurales en ese país, tarea que complementa con un programa de sensibilización sobre el cuidado del recurso, dirigido a estudiantes, padres y docentes. Así, los chicos y chicas son nombrados guardianes del agua y tienen a su cargo el cuidado de la obra y la difusión del programa entre sus familiares y amigos.

La agenda del intercambio incluyó además una visita a la comunidad de Logoche, donde se pudieron conocer algunos de los sistemas agroforestales, agroalimentarios y procesos de formación que se desarrollan.

De esta manera se fortaleció la alianza de colaboración entre la Plataforma Semiáridos e Isla Urbana y se abrió un espacio de reflexión que permitió reconocer el potencial que tienen los territorios para mejorar el acceso al agua.

 

Fotos: Patricio Orden, Isla Urbana y Esther Martins

cisterna en comunidad Embarcación Pata Pila

Vínculos de trabajo que dan frutos

Procurar que las poblaciones que viven en zonas rurales tengan acceso al agua, un recurso elemental para vida, es una de las líneas de trabajo de FUNDAPAZ que, en ocasiones, implementa participando en convenios colaborativos junto con otras instituciones.

Un ejemplo de ello, es la tarea que desarrolló recientemente con la Asociación Civil Franciscana Pata Pila, en el proyecto “Llegar al Norte: la deuda de los derechos humanos en las comunidades indígenas del norte de la provincia de Salta”, diseñado por dicha institución.

Con esta propuesta se buscó mejorar el acceso al agua en la Comunidad Misión La Loma de Embarcación, Salta, construyendo tres cisternas de placa de 16.000 litros, con un techo colector y todo un sistema que permite captar agua de lluvia.

Las poblaciones de esa zona no suelen contar con la cantidad de agua suficiente para la vida cotidiana. En la actualidad, la provisión de agua para consumo de las familias está a cargo del municipio de Embarcación. Un camión municipal hace un recorrido periódico entregando agua a las familias, que almacenan en tinacos plásticos con poca capacidad de acopio, generando así un círculo vicioso de dependencia permanente.

En el verano la situación se vuelve más crítica aún, debido a que la falta de agua apta para consumo se generaliza y afecta a la mayor parte de la población de Embarcación.

Las cisternas que se hicieron en el marco de este proyecto, se construyeron en los predios de las familias de Efraín Neuenschwander, Sara Aparicio y Mirco Neuenschwander. Para estas familias es muy importante contar con este reservorio de agua que aumenta el volumen que pueden acopiar. En algunos casos la van a utilizar para consumo familiar, y en otros también para actividades productivas que van a permitir mejorar la alimentación y la economía familiar.

cisterna completa Pata Pila Fz2

La cisterna de Sara Aparicio tendrá un uso comunitario para 12 familias tobas que viven en ese sector de la comunidad. Allí, tienen previsto implementar un espacio para tener una huerta cerca de la cisterna, de modo que el agua se usará para riego y para consumo familiar.

La que está construida en el predio comunitario de la Comunidad Wichi, que preside Efraín Neuenschwander será para consumo comunitario, y además, en caso de necesidad, la podrán usar utilizar 8 familias vecinas.

Mirco Neuenschwander, con su grupo familiar harán un uso productivo del agua que acopie en la cisterna, ya que tienen una producción de chivas y una huerta.

Así, gracias al trabajo articulado, la confianza y a la colaboración mutua entre dos instituciones como son la Asociación Civil Franciscana Pata Pila y FUNDAPAZ, se pudieron hacer realidad obras que prometen mejorar las condiciones de vida de estas familias.

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