María Soto1

María Soto fue una de las mujeres que este año recibió el Premio WWSF 23

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“Me siento muy emocionada porque se ha visto el trabajo de la mujer rural indígena. Hacemos todo con mucho amor porque para nosotras como guaraní el Ka’ aguy , el monte, es vida. También es nuestra farmacia porque de allí extraemos nuestras hierbas medicinales y viven los animales. Estoy muy agradecida a todos. Esto le da mucha fuerza a toda la comunidad”, expresó María Eva Soto, de la comunidad guaraní Tata Oguembay, una de las propietarias de las tierras de Vinalito (ciudad de Libertador San Martín, Jujuy) al enterarse que fue galardonada con el Premio WWSF 2023 a la creatividad de las mujeres en la vida rural.

Se trata de un premio que la WWSF, una organización no gubernamental con sede en Ginebra, Suiza, entrega desde 1994 a mujeres de distintos lugares del mundo, en reconocimiento a su creatividad y esfuerzo por mejorar la calidad de vida de las zonas rurales donde viven.

Esta organización sostiene que las mujeres rurales empoderadas pueden cambiar el mundo y ayudar a hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados en la agenda 2030 de las Naciones Unidas. Hace unos meses, desde FUNDAPAZ, conjuntamente con ENDEPA, el Servicio Mundial de Iglesias (CWS ALC) y la Secretaria de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena de Jujuy, se habían presentado los avales para postular a María para dicha nominación.

Ella vive en la zona del Ramal Jujeño y desde hace décadas viene luchando junto con otras mujeres, para que a su comunidad se le reconozca la propiedad de la tierra en la zona de Vinalito.  Lideró este reclamo con el apoyo de ENDEPA, hasta que finalmente el Estado reconoció la propiedad de la comunidad de 4.100 hectáreas del territorio. Actualmente sigue trabajando para que los jóvenes tengan acceso a una educación bilingüe e intercultural, continúa protegiendo el monte nativo y participando en obras de acceso al agua segura mediante la construcción de cisternas donde se cosecha agua de lluvia, un recurso indispensable para la vida.

Colabora activamente en numerosos colectivos de mujeres y es considerada una líder espiritual en su comunidad. Sus valores claves son el amor, el respeto y la solidaridad.

Este año, también recibieron el Premio WWSF 2023: Madjalia Seynoy, de Burkina Faso (país de África occidental); Esther Lupafya de Ekwendeni, Malawi (África austral); Mabel Ifeoma Onwuka de Nigeria, y Anne Boucard de Francia.

Cuando menciona su sueño María dice: “Mi sueño es que, juntos con mis hermanas guaraníes, podamos valernos por nosotras mismas y acceder a condiciones de vida dignas en la que haya educación para los jóvenes”.

nota Daki

Comienza la segunda etapa de Daki Semiárido Vivo

El Programa Formación en Agricultura Resiliente al Clima, DAKI Semiárido Vivo, inicia una nueva etapa de intercambio regional en una zona del Gran Chaco Americano, que se realizará desde el 27 de junio al 5 de julio, con el fin de  profundizar y ampliar los conocimientos, innovaciones y prácticas compartidos entre agricultores/as, comunidades indígenas, técnicos/as e instituciones.

Este intercambio, que tendrá 50 participantes, es la continuación de la primera parte del programa y pone énfasis en la formación de referentes de la Agricultura Resiliente al Clima (ARC).  Está diseñado en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), y busca que a partir de un enfoque territorial y presencial,  los estudiantes puedan participar de metodologías participativas, debates y conocer en terreno experiencias en ARC.

Durante las primeras jornadas el grupo que hará el intercambio visitará experiencias en Santiago del Estero y luego se dividirá en dos grupos: uno, seguirá la ruta del noroeste, por las provincias de Salta y Jujuy; y el otro, recorrerá zonas de Santa Fe en el noreste argentino.

Al referirse a las expectativas sobre esta segunda etapa Esther Martins, coordinadora de proyectos de la Plataforma Semiáridos AL  señaló: “ Esperamos que el recorrido presencial fortalezca aún más el proceso de cooperación sur-sur que el DAKI-SV viene desarrollando, añadiendo la posibilidad única de que el grupo visite, conozca e interactúe tanto con las experiencias y tecnologías que sistematizamos, como también con las personas y redes con las que intercambiamos saberes durante el primer programa de formación”.

Los primeros pasos

Daki- Semiárido Vivo  es una iniciativa innovadora en la cual la Articulación del Semiárido Brasileño (ASA) y la Plataforma Semiáridos de América Latina (PS AL), armaron un consorcio formado por tres entidades: Asociación Programa Un Millón de Cisternas para el Semiárido (AP1MC) con sede en Brasil, coordinador del Consorcio; FUNDAPAZ, con sede en Argentina; y FUNDE, con sede en El Salvador. Surgió con  fin de desarrollar capacidades en  las tres regiones semiáridas de América Latina para que puedan adaptarse al cambio climático, a través de la gestión del conocimiento y la cooperación Sur-Sur.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de Argentina, por medio un convenio marco y específicos con Centro de Investigación y Desarrollo Para la Agricultura Familias (CIPAF) y  el proyecto educativo PROCADIS,  también participó de esta alianza estratégica que permitió el desarrollo del proceso de gestión del conocimiento virtual, la generación de material de formación,  la emisión de programas de radio a través de INTA RADIO, y la participación de tutores. Ahora, está alianza con INTA continuará con diversas acciones en esta nueva etapa.

 

Su objetivo específico es desarrollar asistencia técnica y capacidades de extensión rural adecuadas para abordar estos desafíos, utilizando cursos de agricultura resistente al clima (ARC).

Este proyecto cuenta con el apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que opera en tres regiones semiáridas de América Latina: la región del Gran Chaco (Argentina, Paraguay y Bolivia); el Corredor Seco Centroamericano (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua); y el Semiárido de Brasil.

Desde su inicio en2020, el proyecto desarrolló un gran proceso de sistematización de experiencias exitosas, y viene implementando procesos de capacitación. Se basa en la educación popular, la pedagogía de la alternancia, la educación contextualizada y la metodología campesino a campesino. Sus principales ejes son:

  • El aprendizaje e intercambio de conocimientos, innovaciones, técnicas y soluciones que apoyen el enfrentamiento de los impactos de los cambios climáticos, a través de estrategias de adaptación y mitigación.
  • La creación de métodos de monitoreo de agroecosistemas resilientes al clima (en dimensiones sociales, ambientales, económicas y políticas).
  • El análisis de la replicabilidad y escalabilidad de innovaciones a otras regiones semiáridas.
  • La mirada crítica a programas y políticas de Asistencia Técnica y Extensión Rural (ATER) para su calificación, a partir de la perspectiva de los impactos de los cambios climáticos y de la ARC.
  • El análisis y la construcción de incidencia política y de políticas públicas contextualizadas a las regiones semiáridas latinoamericanas.
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