STTR de Apodi dio la bienvenida al intercambio DAKI – Semiárido Vivo

El intercambio entre las regiones semiáridas latinoamericanas comenzó en Apodi, interior de Rio Grande do Norte, estado del nordeste de Brasil. El evento se extiende hasta el 8 de agosto y recibe a alrededor de 40 agricultores/as, técnicos/as, representantes gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil para conocer experiencias de Agricultura Resiliente al Clima y de Convivencia con el Semiárido.

La actividad se enmarca en el 2° Programa de Formación en Agricultura Resiliente al Clima, del proyecto DAKI – Semiárido Vivo y tuvo una edición en el Chaco Argentino y otra en el Corredor Seco Centroamericano. El Semiárido Brasileño tendrá otras dos ediciones además de Potiguar: una en Juazeiro, Bahía, y otra en Sobral, Ceará.

 

Mesa de apertura

El evento comenzó con una mesa de diálogo en el Sindicato dos Trabalhadores e Trabalhadoras Rurais (STTR) de Apodi.

Agnaldo Fernandes, presidente de la entidad, dio la bienvenida a los presentes y felicitó las experiencias exitosas de agricultura familiar que se visitarán en los próximos días. “Este territorio no es un lugar para el agronegocio, no es un lugar para la energía eólica. Es un lugar de agroecología”, dijo el sindicalista.

Hesteolívia, asesora de política pedagógica de Diaconia, una organización que actúa en la región, recordó que los intercambios son momentos de conocer potencialidades, pero también fragilidades.

En la misma línea, Nilton Júnior, de la Comisión de Pastoral Territorial (CPT) de Mossoró, se refirió las presiones que viene sufriendo el territorio potiguar “Aquí en la Chapada del Apodi estamos sufriendo por la expansión del agronegocio, los parques eólicos, el cultivo del tabaco, que están asfixiando a las comunidades agroecológicas”.

La idea de estos encuentros de agricultores, que están en el corazón de la metodología de la Articulação do Semiárido Brasileiro (ASA), una de las ejecutoras del proyecto DAKI, es precisamente identificar experiencias innovadoras de convivencia con el semiárido, contribuir para que puedan ser desarrollados y replicados en una escala de políticas públicas.

Mujeres y organización popular

Durante el panel de apertura, Rejane Medeiros, coordinadora del Centro Feminista 8 de Março (CF8) y ASA Potiguar, comentó sobre la importancia de la organización de mujeres en Rio Grande do Norte. Durante el recorrido, serán visitadas experiencias como la red Xique Xique, que tiene sistema de certificación orgánica y comercialización sin intermediarios en Mossoró, y el grupo de mujeres que hacen huertas del Asentamiento São José, en el municipio de Caraúbas. Además se visitará a la campesina Nitinha, del asentamiento Esperança en el municipio de Governador Dix-Sept Rosado, quien utiliza la diversificación productiva como estrategia para enfrentar el cambio climático.

 

Cambio climático

Otro tema importante en la mesa de apertura fue el cambio climático. Los agricultores de la región Semiárida brasileña han contribuido, durante siglos, a la preservación de la Caatinga, del Cerrado, con el cuidado con el agua del suelo y la producción de alimentos. DAKI – Semiárido Vivo es un proyecto que potencia este saber y apoya el intercambio de saberes Sur – Sur.

Marcírio Lemos, coordinador de Agroecología y Convivencia con el Semiárido de la Secretaría de Estado de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar (SEDRAF), durante la mesa inaugural, habló sobre la importancia del poder público en el enfrentamiento al cambio climático. “Sedraf está impulsando el debate sobre los impactos que sufrirá la región semiárida de Rio Grande do Norte en relación al cambio climático, especialmente en relación a El Niño. Estamos tratando de entender el impacto en la vida del campesino para poder construir propuestas junto con la sociedad civil”.

Golinha, guardián de semillas, que hoy cuida más de 600 especies en el banco de semillas que alberga en su casa, trajo un poema sobre alimentos de calidad. La tarde se dedicó a la presentación del territorio a visitar.

Seis días del intercambio estarán dedicados a visitas de campo, con experiencias de agricultura familiar, iniciativas de comercialización y preservación de la Caatinga, y a  ver organizaciones de mujeres, entre otras actividades.

nota Daki

Comienza la segunda etapa de Daki Semiárido Vivo

El Programa Formación en Agricultura Resiliente al Clima, DAKI Semiárido Vivo, inicia una nueva etapa de intercambio regional en una zona del Gran Chaco Americano, que se realizará desde el 27 de junio al 5 de julio, con el fin de  profundizar y ampliar los conocimientos, innovaciones y prácticas compartidos entre agricultores/as, comunidades indígenas, técnicos/as e instituciones.

Este intercambio, que tendrá 50 participantes, es la continuación de la primera parte del programa y pone énfasis en la formación de referentes de la Agricultura Resiliente al Clima (ARC).  Está diseñado en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), y busca que a partir de un enfoque territorial y presencial,  los estudiantes puedan participar de metodologías participativas, debates y conocer en terreno experiencias en ARC.

Durante las primeras jornadas el grupo que hará el intercambio visitará experiencias en Santiago del Estero y luego se dividirá en dos grupos: uno, seguirá la ruta del noroeste, por las provincias de Salta y Jujuy; y el otro, recorrerá zonas de Santa Fe en el noreste argentino.

Al referirse a las expectativas sobre esta segunda etapa Esther Martins, coordinadora de proyectos de la Plataforma Semiáridos AL  señaló: “ Esperamos que el recorrido presencial fortalezca aún más el proceso de cooperación sur-sur que el DAKI-SV viene desarrollando, añadiendo la posibilidad única de que el grupo visite, conozca e interactúe tanto con las experiencias y tecnologías que sistematizamos, como también con las personas y redes con las que intercambiamos saberes durante el primer programa de formación”.

Los primeros pasos

Daki- Semiárido Vivo  es una iniciativa innovadora en la cual la Articulación del Semiárido Brasileño (ASA) y la Plataforma Semiáridos de América Latina (PS AL), armaron un consorcio formado por tres entidades: Asociación Programa Un Millón de Cisternas para el Semiárido (AP1MC) con sede en Brasil, coordinador del Consorcio; FUNDAPAZ, con sede en Argentina; y FUNDE, con sede en El Salvador. Surgió con  fin de desarrollar capacidades en  las tres regiones semiáridas de América Latina para que puedan adaptarse al cambio climático, a través de la gestión del conocimiento y la cooperación Sur-Sur.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de Argentina, por medio un convenio marco y específicos con Centro de Investigación y Desarrollo Para la Agricultura Familias (CIPAF) y  el proyecto educativo PROCADIS,  también participó de esta alianza estratégica que permitió el desarrollo del proceso de gestión del conocimiento virtual, la generación de material de formación,  la emisión de programas de radio a través de INTA RADIO, y la participación de tutores. Ahora, está alianza con INTA continuará con diversas acciones en esta nueva etapa.

 

Su objetivo específico es desarrollar asistencia técnica y capacidades de extensión rural adecuadas para abordar estos desafíos, utilizando cursos de agricultura resistente al clima (ARC).

Este proyecto cuenta con el apoyo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que opera en tres regiones semiáridas de América Latina: la región del Gran Chaco (Argentina, Paraguay y Bolivia); el Corredor Seco Centroamericano (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua); y el Semiárido de Brasil.

Desde su inicio en2020, el proyecto desarrolló un gran proceso de sistematización de experiencias exitosas, y viene implementando procesos de capacitación. Se basa en la educación popular, la pedagogía de la alternancia, la educación contextualizada y la metodología campesino a campesino. Sus principales ejes son:

  • El aprendizaje e intercambio de conocimientos, innovaciones, técnicas y soluciones que apoyen el enfrentamiento de los impactos de los cambios climáticos, a través de estrategias de adaptación y mitigación.
  • La creación de métodos de monitoreo de agroecosistemas resilientes al clima (en dimensiones sociales, ambientales, económicas y políticas).
  • El análisis de la replicabilidad y escalabilidad de innovaciones a otras regiones semiáridas.
  • La mirada crítica a programas y políticas de Asistencia Técnica y Extensión Rural (ATER) para su calificación, a partir de la perspectiva de los impactos de los cambios climáticos y de la ARC.
  • El análisis y la construcción de incidencia política y de políticas públicas contextualizadas a las regiones semiáridas latinoamericanas.
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