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Se lanza un programa de formación integral para juventudes del Gran Chaco

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Las juventudes rurales del Gran Chaco están expuestas a una gran vulnerabilidad en los territorios que habitan. Según un informe de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 2019 que analiza la situación en América Latina, las personas jóvenes que presentan menores niveles de educación formal, suelen tener trabajos precarios, y en muchas ocasiones no tiene un proyecto a futuro, por lo que terminan migrando a zonas urbanas en búsqueda de mejores oportunidades.

Sin embargo, cuentan con un gran potencial para poder revertir este escenario. Con la mirada puesta en las posibilidades que tienen para fortalecer sus capacidades y asumir un liderazgo que les permita llevar adelante procesos de desarrollo territorial sostenibles, las organizaciones que forman el Programa Integrado Transfronterizo (PIT) : JUM y FUNDAPAZ, de Argentina y CERDET, de Bolivia, están poniendo en marcha el Programa de Formación Integral Raíces Chaqueñas.

El mismo cuenta con el apoyo de Church World Service (CWS) y está dirigido a más de 60 jóvenes de Argentina y Bolivia. Entre sus objetivos principales busca promover competencias juveniles de gestión territorial que incorpore saberes técnicos y comunitarios; y alentar la articulación entre los jóvenes y las organizaciones locales para llevar adelante estrategias que los integre.

Al recordar los inicios de este programa Silvia Reynoso, coordinadora del equipo de Salta de FUNDAPAZ, contó: «En 2019 hicimos en Santiago del Estero un encuentro con los jóvenes para escucharlos, conocer cómo se sentían y saber cuáles eran los temas que más les preocupaban. Desde el comienzo nos sentamos con ellos para elaborar juntos el programa. Armamos un comité con referentes de campesinos e indígenas y comenzamos a trabajar la propuesta.»

«La capacitación va a durar dos años- agregó- y se desarrollará con enfoques que ponen el acento en el fortalecimiento organizacional y las capacidades de liderazgo. Los derechos humanos, derechos de las juventudes, género, interculturalidad, vínculo intergeneracional. La idea es que todo lo que se aprenda pueda plasmarse en oportunidades para sus territorios. Que los jóvenes generen propuestas para el desarrollo integral a nivel local, que incluya temas de acceso a derechos, al agua, el territorio y el cuidado y buen manejo de los bienes naturales. Actividades productivas agroecológicas gestionadas por ellos mismos. Como así también, acciones de incidencia política».

En búsqueda de nuevos líderes

Una de las problemáticas que aborda este programa es la necesidad del recambio generacional, brindando una instancia de formación para nuevos líderes de las zonas rurales. Tanto en Argentina, como en Bolivia, las comunidades campesinas e indígenas necesitan un relevo generacional, ya que por la pobreza u otros motivos, los jóvenes se van del campo hacia la ciudad, dejando a las comunidades, y eso hace que los antiguos líderes, ya mayores, continúen.

«Por eso, este programa brinda una oportunidad de formación para jóvenes que casi no tienen posibilidades de capacitarse en liderazgo. En general en las escuelas o centros formales de educación no brindan esta capacitación. Se piensa en un liderazgo que esté vinculado a la cultura de las comunidades, a su identidad y a su territorio», explicó Neyver Espíndola de CERDET.

Para Cecilia Cortés, una joven de la asociación Pequeños Productores Agrícolas Caprinos La Nobleza del departamento Robles, Santiago del Estero, «el desafío es descubrir el rol que podemos ocupar en nuestras organizaciones y comunidades. Necesitamos tener una visión más amplia para saber cómo podemos llegar a ser gestores en los lugares donde nacimos. Al mismo tiempo tenemos que conocernos y saber qué capacidades tenemos», señaló.

Ella, como muchos de los jóvenes que van a participar de Raíces Chaqueñas, están saliendo a conquistar un nuevo futuro.

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El manejo silvopastoril, una herramienta sustentable para los pequeños productores

Los sistemas de manejo silvopastoril de bosques (se da cuando hay pastura natural o implantada debajo del bosque) son una estrategia valiosa para los pequeños productores.  Les permite obtener una buena cantidad de pastura, mejorando la producción ganadera de manera sustentable.

Para promover modelos productivos que cuiden los recursos y el medio ambiente, se realizó  en Reconquista, Santa Fe, el Taller de Actualización sobre Sistemas Silvopastoriles en la región del Chaco Húmedo. El mismo estuvo organizado por la Red Agroforestal  Chaco Argentina (REDAF).

En el encuentro, miembros de la UOCB, organización a la que acompañamos en el norte de Santa Fe, brindaron una mirada general sobre la temática y compartieron su experiencia en proyectos agrupados de manejo del monte.

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«Hablar de los bosques es también hablar de las familias porque dentro de los campos están las familias y tenemos que sobrevivir en esta zonas. Muchas veces hay que aumentar la carga animal para subsistir y al mismo tiempo también cuidar los bosques. Trabajamos con pequeños productores que tienen desde 35 a 160 hectáreas y si no trabajamos bien la tierra los campos tienen muy poca rentabilidad. Con los planes de manejo podemos cuidar nuestros animales menores y conservar también la fauna silvestre. El monte es vida», explicó Teodoro Suárez, presidente de la UOCB.

Por su parte, Santiago Ortiz, integrante de la organización, añadió: «Desde hace mucho tiempo, antes que saliera la Ley de Bosques empezamos a ver cómo producir mejor en nuestros campos porque se iban deteriorando. Comenzamos a trabajar con manejo silvopastoril en parcelas pequeñas porque los animales se morían. Pasó el tiempo, y hoy somos 13 productores que trabajamos agrupados  en una extensión de 2.600 hectáreas y pudimos ver muchas cosas buenas; pero necesitamos políticas públicas que nos den herramientas para cuidar el medio ambiente».

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