Huerta Pozo la China

La huerta escolar de Pozo La China en Salta da sus primeros frutos

Huerta Pozo la China

Tener acceso a alimentos de calidad y nutritivos es indispensable para el proceso de crecimiento de los niños y niñas, ya que hace posible un desarrollo integral y estar en mejores condiciones para estudiar, vincularse con otros, crear, jugar y seguir creciendo.

Por eso celebramos la primera cosecha de la huerta de la Escuela N°4508 Pozo de la China, ubicada en la comunidad indígena de dicho paraje en Santa Victoria Este, norte de Salta, departamento de Rivadavia Banda Norte. Éste es uno de los departamentos más pobres de la provincia, donde 8 de cada 10 hogares tienen sus necesidades básicas insatisfechas.

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El armado y el cuidado de esta huerta, es una herramienta pedagógica que forma parte de un proyecto más amplio que lleva adelante FUNDAPAZ conjuntamente con la comunidad educativa. Su objetivo es promover una alimentación saludable y también realizar propuestas que pongan en práctica un aprendizaje participativo y cooperativo, basado en diferentes líneas temáticas relacionadas con las acciones que se realizan en la huerta escolar.

Se trata de una propuesta que busca que las actitudes y valores de los niños y niñas de la escuela, colaboren en mejorar las condiciones de vida de sus hogares y así asegurar una alimentación saludable producto del esfuerzo personal y grupal.

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La trama de un proyecto que mejora la vida en dos escuelas en Santiago del Estero

Las niñas y niños de Majadas y Barrancas Coloradas en Santiago del Estero, están en el corazón de un proyecto que se lleva adelante para garantizar el acceso al agua, el desarrollo de huertas agroecológicas y la educación ambiental con perspectiva de género, en dos establecimientos educativos: la Escuela N° 413 y la Escuela N° 925 del departamento San Martín.

De la mano de las organizaciones Teleras de Majada Sud, la Asociación Civil Aas Causani, directivos de las escuelas, de FUNDAPAZ y con financiamiento del Programa Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo Para el Medio Ambiente Mundial, en 2001 se inició esta propuesta llamada “Entramadas: mujeres urdiendo la vida con agua, bosques, salud y educación para niñas y niños…” que incluyó la construcción de dos cisternas de 52.000 litros para cosechar agua de lluvia y la instalación de tecnología de riego por goteo para abastecer a las huertas, entre otras actividades.

En el proceso de trabajo de estas obras se convocó a familias y a miembros de la comunidad, quienes establecieron las prioridades de los trabajos y organizaron los roles que asumirían para participar en la construcción. Una vez finalizadas las cisternas, se avanzó en acuerdos y metas para la ejecución de la segunda etapa del proyecto.

“Alrededor de 63 familias participaron en la realización de las cisternas. Ayudaron a hacer los moldes y otras tareas. La gente que no podía venir colaboraba pagando a quienes trabajaban. Hicimos un trabajo comunitario.”, contó Rubén Bravo, Director de la Escuela N° 925 Granaderos San Martín, de Barrancas Coloradas.

“En la escuela-agregó- hay 157 estudiantes. Tenemos desde nivel Inicial hasta noveno año de la Educación General Básica. Acá siempre funcionó la huerta a cargo del profesor Héctor Ibarra. Era grande, sembrábamos anco, maíz y vegetales. Después de la pandemia, nos quedó una huerta pequeña que pensamos mejorar. Todo lo que se cosecha va para el comedor y también se entrega a las familias.

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Un problema que había era la falta de suficiente agua, si bien se hicieron diversas obras a lo largo del tiempo, teníamos que andar bastante para conseguir agua segura, o esperar a que el Comisionado la trajera. Ahora con la cisterna no vamos a tener que andar pidiendo, y se pudo instalar el riego por goteo, que es algo muy novedoso para nosotros”.

Zoila Peralta y Mariela Pérez, miembro de la Asociación Teleras Majada Sud, al inicio de este proyecto hablaban sobre la situación que se vivía en la Escuela N°413 “va a ser muy importante lo que se piensa hacer porque en la escuela no hay agua para comenzar a hacer la huerta y esto va a beneficiar a los chicos y a todas las familias”.

Hoy, las cisternas están terminadas y comienza una nueva etapa para toda la comunidad. Talleres de capacitación sobre educación ambiental y derechos humanos, completarán la propuesta formativa del proyecto.