foto TNC CAMPO

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América Latina y el Caribe concentran el 40% de la diversidad biológica del planeta. Frente a los efectos del cambio climático,  en muchos sectores de la población mundial existe una gran preocupación por la conservación de los ecosistemas de diferentes regiones.

Atendiendo esta problemática, con el apoyo de The Nature Conservancy (TNC) y en un trabajo conjunto con las organizaciones de pequeños productores locales, estamos desarrollando el proyecto Acceso y Gestión del agua para consumo y producción biodiversa. El mismo se lleva adelante en los Bajos Submeridionales (Santa Fe) y en la zona del Salado Norte (Santiago del Estero).

Uno de los objetivos de este proyecto es implementar experiencias pilotos en el acceso y gestión del agua para el consumo, la producción agropecuaria sustentable y de reserva para la fauna silvestre; con el fin de mejorar las condiciones de vida de los habitantes y la situación de los recursos naturales de estas regiones.

En los humedales

En Santa Fe, junto con la Unión de Familias Organizadas de la Cuña Boscosa y los Bajos Submeridionales (UOCB), el Movimiento Provincial de Pequeños Productores de Santa Fe (MoPProFe), y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Reconquista, estamos desarrollando esta iniciativa en un campo de 150 hectáreas en el paraje de Fortín Charrúa, donde vive Isabel Escobedo y su familia.

“Teniendo en cuenta que en toda el área del proyecto el agua subterránea aprovechable en algunos casos es muy escasa y/o nula en otros, por sus altos tenores salinos, en este campo se hicieron obras para retener el agua superficial. Para ello se construyo un bordo de contención y conservación del agua de lluvia, para el consumo de los animales aprovechando un bajo natural, esto además permite cierta infiltración para que, en un futuro, tener la posibilidad de extraer agua apta para el consumo de los animales mediante alguna perforación”. contó Alfredo Paduán, técnico de FUNDAPAZ.

“También en el marco de este proyecto –agregó- se hizo un inventario de especies forrajeras naturales existentes para poder analizar a través de los distintos monitoreos que se irán haciendo de la práctica implementada, que otras especies pueden aparecer y prosperar mejorando la oferta forrajera. Además se plantaron árboles para que aniden los pájaros. Estamos haciendo un seguimiento de todo este proceso”.

La labor articulada entre las organizaciones territoriales que trabajaron con las familias para definir las propuestas, los técnicos del INTA Reconquista quienes hicieron las mediciones sobre el manejo del agua a nivel de la superficie y la regeneración de nuevas pasturas naturales; sumado al acompañamiento técnico y social de FUNDAPAZ, dieron vida a este proyecto que apuesta a la conservación de los recursos naturales.

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