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Experiencias que alientan la formación integral de los jóvenes del mundo rural

Las juventudes rurales son el futuro y la esperanza de un desarrollo sostenible en los lugares que habitan. La posibilidad de tener proyectos de vida que alienten el arraigo les permite tener un mayor protagonismo social.

Durante cuatro años más de 50 jóvenes de la UOCB, una organización del norte de Santa Fe, participaron en un programa de capacitación en liderazgo y emprendimiento con el fin de potenciar sus capacidades y promover el recambio generacional en la dirigencia de las organizaciones.

Nacidos en diferentes comunidades del departamento Vera y San Javier, fueron los protagonistas de esta iniciativa que contó con el apoyo de la Fundación Interamericana (IAF), y el acompañamiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el ex Instituto Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena (INAFCI) y FUNDAPAZ, entre otras instituciones.

Hoy, al reflexionar sobre esa experiencia Gabriela Varela, coordinadora del proyecto, consideró que “para la organización fue importante. Se abordó el tema del liderazgo y puso en tensión las miradas para repensar la identidad de los jóvenes. En las capacitaciones no sólo se trataban temas relacionados con el acceso a la tierra, a los bienes naturales o a la agroecología; sino también el relacionamiento con los otros y la posibilidad de pensar el liderazgo de manera integral”.

Por su parte, María luz Godoy, integrante de la Comisión Directiva de la UOCB, señaló que “fue una experiencia muy buena. Se abrieron diferentes espacios de diálogo con los jóvenes y se pusieron en marcha cerca de 19 emprendimientos. Vamos a continuar trabajando en la Comisión de Jóvenes de la UOCB para proyectar cómo seguir”.

En el paraje Fortín Charrúa Miriam Escobedo desarrolla Pancheto, una propuesta de venta de pan casero, facturas y otros productos de panadería. “Para mí el proyecto fue de gran ayuda, aprendí muchísimo. Fue el sostén de mi casa en los años de pandemia. Presenté una propuesta para tener un apoyo económico para levantar tres paredes, hacer una pieza e incorporar el horno. Con lo que me dieron, más el dinero que yo venía juntando, logré hacerlo y así tener mi lugar para trabajar”, contó.

“Hoy con mi emprendimiento sigo invirtiendo mis ganancias en un nuevo desafío, que es la apicultura. Ya logré comprar 10 cajones y con la venta de miel, logré comprar otros 10 cajones más. Así que estoy más que agradecida a nuestra organización la UOCB, y a FUNDAPAZ. Sin sus gestiones no podríamos lograr nuestros sueños.”


Pastas con sabor a hogar

“Yo empecé a participar de unos encuentros que organizaba la UOCB en Las Gamas, en Vera a fines de 2021- recuerda Juan Manuel Villasboas-, y luego se dio la oportunidad de presentar un proyecto para hacer pastas caseras que se llama Altas Pastas, una propuesta que yo ya venía desarrollando en el marco de los trabajos que hacemos en la Escuela de la Familia Agrícola (EFA) donde nos exigían tener un proyecto al terminar quinto año.  Con el acompañamiento de las promotoras y de Gabriela, y con el aporte económico, pude mejorar los productos y la rentabilidad”.

Al analizar el futuro de los jóvenes que viven en los parajes rurales, destaca que una vez terminada la secundaria hay que irse a una ciudad donde haya otras propuestas educativas con posibilidades para seguir creciendo. “Si bien hoy hay propuestas a las que se puede acceder de manera virtual, en la mayoría de los parajes no hay acceso a la conectividad. Es complicado porque a las familias les cuesta mucho poder sostener económicamente el estudio de los hijos en otro lugar. Yo estoy estudiando el profesorado en Agronomía en Reconquista y extraño un montón estar en mi casa. Cuando termine de estudiar me encantaría quedarme en mi zona”, subrayó.

Facundo Aranda, lleva adelante desde el 2022 un emprendimiento en el que hace artesanías en cuero crudo. “El proyecto para los jóvenes me ayudó mucho a innovar y a tener en cuenta cuestiones de márketing para mi emprendimiento. Fue importante porque yo vivo en el paraje Fortín Charrúa y estudio en una EFA que está a 100 kilómetros y con lo que gano puedo pagar la nafta de la moto para ir a estudiar”, contó.

“Las charlas y los talleres también me hicieron pensar en mi proyecto de vida futuro y en cómo puedo hacer para mejorar día a día”, finalizó Facundo.

grupo mujeres

El Programa Productoras de Bosques Nativos comienza a dar sus primeros pasos

Mujeres de cuatro organizaciones del norte del país vinculadas al ENCONA van a ser protagonistas, junto a otras mujeres, del Programa Productoras de Bosques Nativos que se está implementando en varias provincias.

FUNDAPAZ realizará el asesoramiento técnico para que los grupos de mujeres vayan formulando colectivamente el proyecto de trabajo que quieren desarrollar. Así, las mujeres de la Asociación Civil de Pequeños Productores Caprinos del Noroeste de Copo (ACPProNOC), y de Reservas Campesinas de Ojo de Agua, en Santiago del Estero; del grupo guaraní Kuña Iporá de las Yungas, en Jujuy; y de la Asociación Civil UOCB en la Cuña Boscosa Santafesina, están comenzando a participar en los primeros talleres compartiendo vivencias y necesidades para armar la trama de este programa.

Se trata de una iniciativa que se financia a través del componente Proyecto Pago por Resultados REDD+ Argentina para el período 2014-2016, que fue otorgado al país por el Fondo Verde del Clima y que se ejecuta junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la actual Subsecretaría de Ambiente del Ministerio del Interior. Dispone financiamiento para 40 proyectos a lo largo de todo el país y apoya a los grupos para que formulen su idea proyecto con el acompañamiento técnico.

“Este programa es el resultado de la experiencia adquirida por la Dirección de Bosques de la Nación a partir de trabajos previos de acompañamiento a comunidades forestales del norte argentino. Con ese trabajo se detectó la necesidad de elaborar en una línea específica que contribuyera a la reducción de las brechas de género en las comunidades rurales que habitan los bosques nativos, con el objetivo también de mejorar las condiciones de sostenibilidad ambiental reconociendo el rol de las mujeres en la vida cotidiana y en la gestión de los recursos naturales”, explicó María Magdalena Abt Giubergia, responsable del Programa.

“Esperamos lograr una mayor comprensión de cómo se dan estas relaciones de género al interior de cada región forestal del país -agregó- y poder incorporar la perspectiva de las mujeres en torno a la gestión de los bosques, contando con un bagaje metodológico y práctico para cada territorio y cada cultura forestal. Entendemos que no podemos hablar de una perspectiva de género, sino que existen tantas perspectivas de género como ambientes y culturas asociadas a los ambientes forestales hay en el país. Esperamos que el proyecto nos deje en cada experiencia que se va a llevar adelante, conocimiento de las realidades para poder proponer diseños de políticas públicas sobre los bosques, que contribuyan con los compromisos de igualdad de género que están asumidos en las estrategias de acción sobre el cambio climático que lleva adelante el país.”

Mujeres Jujuy

Antes de las primeras reuniones, algunas de las mujeres de las organizaciones que participan van expresando lo que sienten: “Estamos muy contentas que este programa esté dando sus primeros pasos, teníamos mucha incertidumbre sobre si iba a comenzar. Nuestra idea del proyecto está centrada en la producción que sabemos hacer toda la vida, la producción caprina. Nos estuvimos reuniendo para charlar e intercambiar ideas, pero como el territorio que abarca nuestra organización es bastante amplio y una mujer está muy distante una de la otra, nos fue complicado reunirnos presencialmente y de manera virtual es casi imposible porque no tenemos conectividad. A pesar de eso, nos fuimos fortaleciendo porque hicimos visitas rotativas entre las compañeras, para ver cómo iba la producción porcina y caprina de cada una, o las granjas. Ahora necesitamos plasmar las debilidades que tenemos para hacer crecer nuestros proyectos. Si bien últimamente las condiciones climáticas no nos están ayudando porque cuando llueve en el monte profundo los caminos son intransitables y cuesta mucho llegar a los lugares de reunión, estamos con muchas expectativas ante nuestro primer taller”, contó Alicia López, de ACPProNOC.

En Santa Fe, en la zona de la Cuña Boscosa, un grupo de 28 mujeres pensaron la idea convocante del su proyecto al que llamaron “Las mujeres recreando nuestra casa común”. Las principales iniciativas que les gustaría comenzar a trabajar están relacionadas con un mejor aprovechamiento de los recursos del bosque nativo, con agregar valor a la producción de carne, y fortalecer el liderazgo, la comunicación y el acceso a la conectividad de las mujeres, entre otras cuestiones.

Ángela Isabel Escobedo, del paraje Fortín Charrúa, comentaba: “soy una pequeña productora y lo que espero de este proyecto es poder cosechar y almacenar más agua de lluvia para poder mejorar nuestra huerta y la producción de carne. También queremos motivar a que se sumen más mujeres a nuestra organización”.

Así, las mujeres que viven en los montes y bosques comienzan a recorrer un camino en el que se animan a diseñar un nuevo horizonte para sus vidas.

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